El flúor es un mineral natural que encontramos en nuestros huesos y dientes en un porcentaje menor al 1%. A pesar de su baja presencia en el organismo, este es fundamental para su correcto funcionamiento y desarrollo y, gracias a sus propiedades, ayuda a prevenir las caries en niños y adultos. Si quieres saber más, puedes hacerlo en nuestro post El flúor | Beneficios y propiedades.
Importancia del flúor en niños
El flúor es importante a cualquier edad, pero es interesante conocer de qué modo resulta beneficioso durante la infancia y cómo deberemos administrarlo para evitar efectos adversos.
Sus principales beneficios son:
- Consigue endurecer y fortalecer el esmalte.
- Favorece la remineralización del esmalte, volviéndolo más resistente al efecto nocivo de los ácidos presentes en la cavidad oral.
- Ayuda a inhibir el efecto desmineralizante que causan los ácidos.
- Consigue revertir los efectos iniciales de las caries.
- Protege la dentadura durante su etapa de desarrollo.
La aportación de flúor debe darse desde el nacimiento del bebé, pero este se obtendrá a través de la leche materna o preparada. Cuando empiece a alimentarse a base de otros alimentos, será importante que se siga una dieta completa y nutritiva que consiga mantener la aportación de flúor necesaria. El consumo de agua y el uso de pasta dental fluorada -en cuanto erupcionen los primeros dientes-, también serán importantes.
El aporte de flúor obtenido de forma natural será suficiente. Únicamente, si el dentista lo indica, deberá tomarse un aporte suplementario. A su vez, una exposición excesiva al flúor, sobre todo en etapas iniciales, puede dar lugar a efectos adversos, provocando fluorosis. Conoce más acerca de la fluorosis en nuestro post La fluorosis.
¿Cuándo debe tomarse un aporte suplementario de flúor?
El aporte suplementario de flúor deberá ser siempre indicado por un odontopediatra. Normalmente, se recomendará en niños con un riesgo elevado de desarrollar caries dentales.
Por esto mismo, será importante acudir al odontopediatra para que valore la necesidad de un aporte suplementario de flúor en los siguientes casos:
- Niños con problemas de movilidad que les dificulten llevar una higiene oral adecuada.
- Niños con posibles anomalías en la estructura de la boca.
- Niños que llevan ortodoncia fija.
De nuevo, es importante que sea el odontopediatra el que recomiende incrementar la dosis de flúor que, normalmente, será mediante el uso de pastas dentales.
¿Cuáles son las cantidades indicadas?
La cantidad de flúor que deben contener las pastas dentales varía en función de la edad. A partir de los 6 meses, o cuando erupcione el primer diente, se recomienda empezar a emplear pastas con flúor que ayuden a fortalecer el esmalte y protejan ante el desarrollo de caries. A esta edad, bastará con pasar una gasa con pasta dental. En cuanto el pequeño sea capaz de cepillarse los dientes, será importante que adopte este hábito.
Las diferentes cantidades de flúor según la edad son:
- Entre los 6 meses y los 2 años: No deberá superar los 500ppm de flúor y se deberá emplear una cantidad similar a un grano de arroz, dos veces al día.
- Entre los 2 y los 6 años: Deberá emplearse entre 1.000 y 1.450ppm de flúor, con una cantidad similar al tamaño de un guisante y dos veces al día.
- Más de 6 años: 1.450 ppm de flúor y la cantidad sigue equivaliendo al tamaño de un guisante tras cada comida.
Es importante que los padres transmitan la importancia de la salud oral ya desde la infancia. De este modo, se garantizará que el pequeño adopte hábitos de higiene oral desde edades tempranas y mantenga un buen estado de salud oral a lo largo de los años.
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