En términos de salud bucodental, nunca es demasiado pronto. Las primeras experiencias de los bebés -tales como la lactancia, el uso de biberón o los primeros alimentos-provocan que estos experimenten cambios de forma constante. En ocasiones, estos serán leves y no les resultarán molestos, pero habrá otros que puedan producirles incomodidades o dolores que afecten directamente a su estado de ánimo.
La importancia de la salud bucodental de tu bebé a una edad temprana es fundamental. Esto implica empezar incluso antes del primer año, cuando todavía no se ha dado la aparición de los primeros dientes. De hecho, ya durante el periodo de lactancia, los bebés pueden empezar a desarrollar caries. Cuidar su boca de forma preventiva nos ayudará a evitar problemas posteriores.
¿Cómo debes cuidar la salud bucodental de tu bebé antes de la aparición de los primeros dientes?
Lo primero a lo que debes prestar atención es a sus encías. Entre los 3 y 9 meses todavía no le habrán empezado a aparecer sus primeros dientes, sin embargo, eso no impedirá que las bacterias se mantengan en sus encías, provocando la aparición de caries u otras patologías. Para evitar esto, deberás ayudar a mantener limpia la zona, pasando una gasita o dedil de silicona suavemente alrededor sus encías, lengua, mejillas y paladar.
Factores como la toma de biberón o el uso de chupete de forma prolongada también pueden resultar perjudiciales a la larga. De hecho, una de sus consecuencias más comunes es la conocida como “Caries del biberón”, y puede afectar desde el período de lactancia hasta los 4 o 5 años. Ésta se produce por la exposición constante a líquidos que contienen azúcares, como la leche materna, zumos de frutas u otros refrescos. Estos azúcares se mantienen en las encías del bebé y potencian la aparición de las bacterias que provocan el desarrollo de caries.
Para impedir esto, bastará con evitar que tu bebé se duerma con el biberón en la boca o prolongue excesivamente el uso del chupete. También deberías evitar enfriar su comida soplando directamente sobre ella o mojar su chupete en bebidas azucaradas.
¿Una vez hayan aparecido los primeros dientes, cómo debes actuar?
El proceso de erupción de los dientes suele comenzar entre los seis meses de vida y el primer año. Durante este periodo, tu bebé puede mostrarse más inquieto e irritable a la hora de dormir. Para calmar estas molestias existen geles bálsamos para las encías que ayudan a protegerlas y aliviar las molestias.
Por otro lado, este momento resulta clave para introducir e interiorizar los primeros hábitos simples de limpieza bucodental. También es recomendable realizar su primera visita al dentista, puesto que así podrá asegurarse que la aparición de los primeros dientes se da con normalidad y no existe ningún tipo de trastorno o patología bucal. Además, en caso de haberlo, podrá actuarse con suficiente antelación para paliar consecuencias futuras.
La Sociedad Española de Odontopediatría insiste en la necesidad de incluir el cepillado de dientes tras la aparición primeriza de estos, un hecho al que a menudo no se da suficiente valor. Hay quien considera -erróneamente- que, al tratarse de la dentadura de leche, la cual terminará cayendo, no resulta tan importante mantener su cuidado. Sin embargo, este periodo resulta fundamental, ya que un buen cuidado bucodental ayudará a la adecuada masticación de los alimentos, facilitará al pequeño que pueda aprender a hablar y pronunciar correctamente, y mantendrá el espacio necesario para la salida de los dientes definitivos.
A esta edad, el cepillado deberán realizarlo los padres, recomendablemente con pasta fluorada del tamaño de un grano de arroz. Una vez el niño sea capaz de hacerlo por sí mismo deberemos ofrecerle autonomía, siempre revisando que realice una limpieza tras cada comida.
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Para evitar cualquier tipo de enfermedad bucodental, la prevención, resulta clave. Acompañar los primeros años de tu bebé con un cuidado y rutina adecuados hará que interiorice todo tipo de hábitos que lo acompañarán a lo largo de su vida. Cuánto antes se incorporen estos hábitos, antes se alcanzarán sus beneficios, y como ya hemos avanzado; en términos de salud bucodental, nunca es demasiado pronto.