La candidiasis oral es una enfermedad infecciosa que se ocasiona por el crecimiento y expansión del hongo conocido como cándida.
El hongo cándida es un microrganismo que habita de forma natural en nuestra boca, sin causar inconvenientes. Esto es así, puesto que nuestras propias defensas se encargan de impedir su crecimiento. No obstante, una vez este prolifera en exceso, es cuando se da paso a problemas que, a su vez, provocan la aparición de numerosos síntomas.
Manifestación
La candidiasis oral se manifiesta mediante la aparición de unas placas de tono blanquecino en la lengua o interior de las mejillas. En ocasiones, también puede afectar a la parte superior de la boca, alcanzando así las encías, amígdalas o la parte posterior de la garganta.
El diagnóstico, por tanto, se lleva a cabo mediante una exploración visual en la clínica dental, pudiendo ampliar esta información con la toma de un cultivo de la boca con un bastoncillo.
Síntomas
Es posible que los primeros síntomas de candidiasis oral no lleguen a observarse, pero entre los principales nos encontramos con:
- Lesiones en forma de plaqueta de un tono blanquecino en la lengua, el interior de las mejillas o la parte superior de la boca.
- Enrojecimiento e inflamación de la zona que puede provocar dolor y dificultad para comer o tragar.
- Sangrado leve de las lesiones mencionadas.
- Posible agrietamiento en la comisura de la boca.
- Sensación de quemazón o ardor en la zona de la lengua.
- Pérdida del gusto.
Causas
Normalmente, nuestro sistema inmunitario se encarga de evitar la proliferación de bacterias, hongos u organismos dañinos para nuestro estado de salud. Cuando nuestro sistema inmunitario falla, es cuando puede llegar a darse este crecimiento exagerado de, en este caso, el hongo cándida.
Existen ciertos factores que pueden incrementar el riesgo o predisposición a sufrir candidiasis oral, entre los que destacamos:
- Un sistema inmunitario débil: La probabilidad de sufrir candidiasis en bebés o adultos mayores es más elevada, al contar con un sistema inmune más debilitado.
- Algunos medicamentos: Existen ciertos medicamentos que pueden llegar a alterar el equilibrio natural de los propios microorganismos del cuerpo, lo que provoca la falta en el control de su expansión.
- Diabetes: En personas que padecen diabetes no tratada o bien no controlada adecuadamente, es posible que la cantidad de azúcar en el organismo favorezca el crecimiento del hongo cándida.
- Afecciones orales: Ciertas afecciones orales, como la xerostomía o el uso de dentadura -teniendo en cuenta que ambas provocan sequedad bucal-, pueden potenciar el riesgo de padecer candidiasis.
Prevención
Existen ciertas medidas que puedes aplicar en tu día a día para reducir las posibilidades de contraer la infección por cándida.
- Cepillarte los dientes tras cada comida y utilizar seda dental para eliminar del todo los restos de comida.
- Realizar visitas anuales al dentista, especialmente si cuentas con un sistema inmunitario débil, sufres otras afecciones bucales o usas dentadura postiza.
- Intenta limitar el consumo de alimentos o bebidas con alto contenido en azúcares.
- Intenta tratar y controlar adecuadamente el azúcar si sufres diabetes.
- Si sufres xerostomía o notas excesiva sequedad bucal, acude a tu dentista para que pueda tratarlo.