Los TCA -Trastornos de la Conducta Alimentaria- son una de las enfermedades más frecuentes entre la población joven, siendo la anorexia y la bulimia sus variantes más habituales. En ambos casos, un dentista podrá detectar su padecimiento de forma temprana, dados los efectos que ambas provocan en nuestra salud oral.
Los TCA son considerados trastornos psicológicos graves, y afectan directamente, como su nombre indica, a la conducta alimentaria. Aquellos que lo padecen sufren problemas en relación con su aspecto físico, su cuerpo, su peso y su alimentación, con todas las variantes y consecuencias que esto comporta. Las conductas alimentarias que se adoptan desencadenan múltiples enfermedades físicas y, en casos extremos, pueden terminar provocando la muerte.
Dados los numerosos riesgos tanto psicológicos como físicos a los que dan lugar los TCA, el papel del odontólogo puede resultar de gran ayuda. Este puede identificar de forma temprana los signos primerizos de estar padeciendo dicho trastorno.
La relación entre los TCA y la salud oral
Además de las múltiples repercusiones en nuestro estado de salud general, los TCA también terminan afectado a nuestra salud oral.
Al llevar una alimentación alejada de lo saludable, esto provoca una deficiencia nutricional severa, lo que perjudica considerablemente a nuestros dientes y encías. A su vez, la deshidratación derivada acentúa dichos efectos. Para evitar que estos empeoren o se vuelvan irreversibles es importante atajar el problema de forma temprana, prestando especial atención a los signos iniciales.
Los efectos de los TCA
Como hemos visto, los TCA se manifiestan también en nuestra cavidad oral, siendo, sus principales efectos:
- Xerostomía: Los ácidos que vienen provocados por los vómitos frecuentes terminan modificando nuestra flora bacteriana, disminuyendo así el flujo salival. Por otro lado, el incremento de consumo de productos laxantes, diuréticos o antidepresivos potencian dicha sequedad.
- Erosión: El flujo estomacal que provocan los vómitos erosiona la cara interna de los dientes, dado el efecto de los ácidos.
- Caries: La deficiencia nutricional causada por los TCA provoca una bajada clara de las defensas, lo que, junto con un hábito higiénico reducido, termina incrementando el riesgo de desarrollo de caries.
- Heridas: Tanto la xerostomía como la bajada de defensas mencionadas pueden afectar a las glándulas salivales y la mucosa oral, provocando así la aparición de lesiones. La combinación de estas heridas con los ácidos, provoca la aparición de úlceras, infecciones, queilitis angular o fisuras labiales, entre otras.
- Enfermedades periodontales: Normalmente, las personas con TCA tienden a abandonar sus hábitos higiénicos, lo que provoca una acumulación de placa bacteriana. Esta acumulación, junto con la sequedad bucal y el déficit nutricional, da pie a la aparición de gingivitis.
- Bruxismo: El estado de estrés o ansiedad que sufren ciertas personas con TCA termina afectando a la articulación temporo-mandibular, lo que provoca la aparición de bruxismo.
El papel del dentista
Vistos los efectos que tienen los TCA en nuestra salud oral, un dentista podrá llevar a cabo una valoración global de cada caso y determinar el posible padecimiento de un trastorno en la conducta alimentaria.
Al presentarse efectos directamente visibles y apreciables en consulta, el dentista podrá detectar de forma temprana las patologías que se derivan de un TCA. Esto le permitirá abordar el problema en sus fases iniciales. Así, esté podrá recomendar al paciente todo tipo de rutinas orales que consigan revertir los efectos de dicha enfermedad en su salud oral. Además, se encargará de tratar de reconducir el caso y recomendar un tratamiento psicológico.
En Asistencia Dental Especializada – ADE, estamos concienciados acerca del sufrimiento de trastornos relacionados con la conducta alimentaria, y contamos con los mejores profesionales para detectar sus signos tempranos y así tratar de minimizar sus efectos.
Tratamientos orales
Por lo que hace a los tratamientos indicados para recuperar el estado de salud oral en personas con TCA, destacamos lo siguiente:
- Se deberá hacer uso de cepillos de cerdas suaves y pastas dentales no abrasivas, de modo que el esmalte no se vea dañado.
- El uso de enjuagues con flúor ayudará a la remineralización del esmalte.
- Deberá evitarse el cepillado tras los episodios de vómito. De lo contrario, estaríamos favoreciendo la expansión de los ácidos.
- En caso de padecer xerostomía, podrá incrementarse el consumo de chicles con xilitol, de modo que se favorezca la salivación.
- En casos en los que los daños ya sean severos, puede necesitarse la adopción de tratamientos más específicos, como la obturación de caries, la restauración leve con resina o la colocación de carillas o coronas.
Obviamente, el principal foco de atención deberá centrarse en el tratamiento de la raíz del problema que ha provocado la aparición del TCA. Será importante que la persona cuente con un acompañamiento psicológico que la ayude a tratar su problema y recuperar un estilo de vida saludable.
