La apnea del sueño, como su nombre indica, es un trastorno que tiene lugar durante el sueño y afecta a la respiración. Consiste, principalmente, en múltiples detenciones breves de la respiración a lo largo de la noche, que pueden tener una duración desde segundos hasta minutos.
La apnea del sueño provoca la interrupción de la respiración durante el sueño. Se trata de una afección frecuente, no obstante, puede resultar potencialmente grave. Mientras que en ocasiones la interrupción puede durar pocos segundos, hay casos en los que puede alargarse minutos y, además, pueden darse más de 30 interrupciones por hora. Ello provoca un descenso claro de los niveles de oxígeno en el organismo, lo que incrementa a su vez el nivel de dióxido de carbono en sangre.
Tipos
Los principales tipos de apnea del sueño son los siguientes:
- Apnea obstructiva del sueño: Es la forma más común de apnea del sueño. Se da cuando los músculos de la garganta se relajan, interrumpiendo así la respiración. Lo que sucede es que las vías respiratorias superiores se bloquean varias veces durante el sueño. Ello reduce e incluso detiene por completo el flujo de aire.
- Apnea central del sueño: La apnea central del sueño se da cuándo el cerebro no envía las señales adecuadas hacia los músculos encargados de controlar la respiración. En este caso, resulta mucho menos frecuente, con cierta tendencia a que se sufra en personas que presentan ciertas enfermedades que afectan a una parte del cerebro o del propio cuello.
- Síndrome de la apnea del sueoxiño compleja: También puede conocerse como apnea central del sueño emergente del tratamiento o mixta. Se da en aquellas personas que sufren ambos tipos de apnea.
Síntomas
Al tratarse de un trastorno del sueño, a menudo puede ser detectado de forma temprana por terceras personas -la persona con la que se duerme, un compañero de piso, etc.-. Es posible que estos detecten con mayor facilidad los cambios y alteraciones en la respiración.
En cualquier caso, este trastorno comporta múltiples signos y síntomas para el afectado. Entre estos encontramos:
- Fuertes ronquidos y jadeos al respirar durante el sueño.
- Detención clara de la respiración en episodios de segundos o incluso minutos.
- Cefaleas matutinas.
- Sequedad bucal al despertarse.
- Somnolencia diurna y problemas de insomnio/dificultad para dormir.
- Cierta lentitud de pensamiento o dificultades para concentrarse o prestar atención durante el día.
Ambos tipos de apnea cuentan con la misma tipología de síntomas, por lo que a menudo se puede dificultar su diagnóstico.
Tratamiento
En función de cada caso y del riesgo que suponga para el afectado el nivel de apnea, pueden establecerse múltiples tratamientos.
En casos leves, puede bastar con ciertas recomendaciones, como el control de peso o el cese del consumo de tabaco, si se diese.
Por otro lado, lo más habitual consiste en el tratamiento mediante CPAP -presión positiva continua en las vías respiratorias-. Ello consiste en la colocación, mientras se duerme, de una máscara especial que cubre nariz y boca. Esta máscara ayuda a mantener abiertas las vías respiratorias a través de la adición de presión al aire respirado por el paciente.
Finalmente, y como alternativa mucho más leve que el CPAP, la apnea puede tratarse con una férula dental de avance mandibular. También conocida como dispositivo de reposicionamiento mandibular, esta férula se encarga de mover la mandíbula y la lengua hacia adelante, lo que disminuye el estrechamiento de la garganta. Ello aumenta el espacio por el que el aire puede pasar, consiguiendo prevenir tanto los ronquidos como la apnea del sueño.
