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Limpieza dental y curetaje | ¿En qué se diferencian?

La limpieza dental y el curetaje son dos técnicas distintas con una misma finalidad: liberar la boca de bacterias. Para ello, ambas llevan a cabo un tratamiento destinado a eliminar la placa bacteriana y sarro acumulado. No obstante, su principal diferencia reside en el nivel de profundidad de cada técnica.
La limpieza dental

Mediante la limpieza dental, el higienista consigue eliminar la placa bacteriana y sarro acumulado en la superficie de los dientes y encías. De esta forma, se evita su acumulación, previniendo así el posible desarrollo de alguna enfermedad de las encías.

Por otro lado, durante la limpieza dental, resulta oportuno aprovechar para comprobar el estado de salud de nuestros dientes. Así, se permite determinar si hay alguna pieza dental afectada, si se está desarrollando alguna caries o si nuestras encías muestran algún signo de infección.

La limpieza dental se lleva a cabo mediante un aparato de ultrasonidos y un pulido final de la superficie. Además del sarro, también consigue eliminar tinciones provocadas por el consumo de café, vino, tabaco, u otros. Lo más recomendable es realizar una limpieza dental anual.

El curetaje dental

El curetaje dental persigue eliminar la acumulación de placa bacteriana a un nivel más profundo, actuando por debajo de las propias encías. Este tratamiento está indicado en pacientes con gingivitis y/o periodontitis, puesto que consigue eliminar las bacterias que se encuentran hasta 3mm por debajo de la línea de las encías.

Este procedimiento se lleva a cabo mediante un aparato llamado cureta, con la cual se raspa la raíz de cada pieza dental. De esta forma, se va retirando y arrastrando el sarro, liberando así de placa la conocida como bolsa periodontal.

Tras un tratamiento de curetaje, es posible sentir ciertas molestias, por lo que te recomendamos lo siguiente:

  • Cepillar los dientes con mayor suavidad, teniendo en cuenta que puede producirse un leve sangrado durante los primeros días.
  • Evitar los alimentos excesivamente duros, optando por aquellos fáciles de masticar.
  • No fumar durante las 48 h posteriores.
Principales diferencias

Tal y como hemos visto, la principal diferencia entre ambas técnicas reside en el nivel de profundidad de su limpieza. En pacientes sanos, bastará con una limpieza dental que elimine la placa de la parte superficial de nuestros dientes. Por contra, en pacientes que sufren la enfermedad de las encías, una limpieza no resultará suficiente, ya que será necesario alcanzar la parte no visible de la encía para eliminar el sarro acumulado en esta.


Desde Asistencia Dental Especializada, te recomendamos llevar tus limpiezas dentales anuales al día, de forma que consigas mantener un buen estado de salud oral.