Las caries dentales son uno de los problemas de salud dental más habituales en la población, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
De hecho, su aparición temprana puede darse incluso antes de la erupción de los propios dientes. Su punto álgido suele acentuarse a lo largo de la adolescencia, puesto que es un momento en que los hábitos alimenticios pueden ser inadecuados. Por ello, es importante tener presentes todo tipo de hábitos de salud bucodental durante la adolescencia.
Como tal, las caries dentales son una dolencia que afecta a los tejidos y superficie de los dientes, dañándolos de forma permanente. Ello termina produciendo la destrucción del diente afectado, generando orificios o pequeñas aberturas. Su causa principal es la presencia de los ácidos producidos por las bacterias de la placa, que se deposita en las superficies dentales y terminan atacando al esmalte.
Para evitar la aparición de caries, resulta imprescindible mantener una higiene bucodental adecuada y completa. De esta manera, se reducen al mínimo los restos de alimentos que permanecen en la boca. Sin embargo, es muy difícil deshacerse completamente de estos y, además, los ácidos que provocan las caries, aparecen con la propia ingesta de según que alimentos, por lo que una higiene adecuada podría no resultar suficiente.
Habitualmente, se relaciona la aparición de caries únicamente con los alimentos azucarados, no obstante, también debemos tomar precauciones con los alimentos ácidos o de textura viscosa. Los ácidos pueden provocar la desmineralización del esmalte; y los de textura viscosa permanecen más tiempo adheridos a nuestros dientes, dada su textura pegajosa.
Su consumo no debe eliminarse por completo, pero si limitarse. Además, cepillarse los dientes tras su ingesta puede ayudar a reducir su impacto negativo.
Aquellos alimentos que en mayor medida incentivan la aparición de caries son:
- Los hidratos de carbono con almidón
- Las harinas refinadas
- Las golosinas
- Los dulces
- Las pastas
- Las pizzas
- El pan
- Las galletas
- Las palomitas
- Bebidas energéticas (con azúcares añadidos)
- El azúcar en exceso al prepararnos el café o té, así como la frecuencia de su toma.
- Los zumos envasados con grandes cantidades de azúcar
- Los alimentos ácidos y cítricos
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Tal y como ya se ha comentado, mantener una higiene bucodental adecuada resulta imprescindible como método de prevención ante todo tipo de problemas bucales, no obstante, las revisiones periódicas al dentista asegurarán que cualquier tipo de afectación sea detectada y tratada a tiempo.