El bruxismo

El Bruxismo se define como el hábito inconsciente de rechinar o apretar los dientes, sea a lo largo del día o bien mientras se duerme. Resulta frecuente en niños y adolescentes, aunque puede padecerse a cualquier edad.
En caso de resultar demasiado frecuente e intenso, sus consecuencias pueden afectar directamente en el día a día del afectado, provocando dolor mandibular, de cabeza, daños en la dentadura o problemas de descanso, entre otros.

Resulta conveniente diferenciar entre el bruxismo diurno y el nocturno, ya que según la Organización Colegial de Dentistas de España, sus causas provienen de factores distintos.

Bruxismo diurno

El bruxismo diurno está relacionado con estímulos externos, de tipo psicosocial o ambiental. Puede deberse a estados de ansiedad, estrés, frustración o tensión. A menudo también se relaciona con un estado de concentración profunda.
Como aspecto positivo, al tratarse un hábito que se lleva a cabo cuando estamos despiertos, contamos con mayor facilidad para evitarlo o bien reducirlo. Debemos prestar especial atención en aquellos momentos que puedan generarnos un estado de intranquilidad.
Para reducir el bruxismo diurno se recomienda tratar directamente su causa más habitual, el estrés. Actividades como el yoga, el deporte, la meditación o la respiración profunda resultan un aliado saludable para paliar esta afección.

Bruxismo nocturno

Por lo que respeta al bruxismo nocturno, este se asocia a una disfunción central neuromotora. Es considerado como un trastorno muscular que provoca movimientos mandibulares durante las horas de sueño de manera involuntaria.
Contrariamente al bruxismo diurno, en este caso no resulta tan fácil controlar el rechinamiento los dientes, puesto que este se sufre durante el sueño. En estos casos resulta conveniente hacer uso de férulas de descarga, las cuales evitan el roce de los dientes y su desgaste consecuente, así como también relajan la musculatura.


Tratar a tiempo del bruxismo resulta de gran importancia, puesto que, de tener una duración e intensidad elevada, el choque continuado de las piezas dentales termina provocando interferencias oclusales, lo que genera el desgaste de las piezas con el objetivo conseguir una mejor oclusión. A la larga, este desgaste continuado puede suponer la necesidad de rehabilitar protésicamente las piezas dentales para devolverles su posición adecuada, funcionalidad y estética.

En ADE Clínica Dental ayudamos a detectar el posible sufrimiento de bruxismo en caso de no ser fácilmente detectable por el paciente, de manera que, una vez detectado, pueda iniciarse un tratamiento a medida que atenúe los posibles riesgos futuros.